SER SUPERSTICIOSO TRAE MALA SUERTE


El otro día por la tarde, cuando llegó mi hija (14 años) a casa, me dice: “mira Aita, me acabo de comprar una pulsera magnética de esas que llevan los famosos. Sólo me ha costado 35 €”. Casi la mato.

No llegué a consumar el asesinato porque afortunadamente ella se adelantó con un… “que era broma, hombre”.

Pero lo cierto es que llevaba una pulsera de esas, y era porque se la había dejado una amiga que SÍ la había comprado. “Mañana se la devuelvo”, me dijo.

Un poco enfadado (no sé realmente con quién, supongo que con la sociedad en general), busco en Internet y me encuentro lo siguiente: “La asociación “Facua Consumidores en Acción” demanda a las administraciones que actúen con la rapidez y contundencia que corresponde ante un fraude de las dimensiones que ha alcanzado este negocio, con cientos de miles de consumidores que han comprado pulseras holográficas por sus falsas propiedades seudomilagrosas”.

Sí, ya sé, que esto no es nuevo. Sólo es “un caso más” por el que otro grupo de listillos nos están rascando el bolsillo, esta vez con un trozo de plástico. Pero bueno, si me permitís una reflexión, yo me pregunto, ¿Por qué caemos una y otra vez en historias como esta? ¿A qué nos estamos aferrando?

Yo personalmente lo que creo es que necesitamos creer en algo, y no me estoy refiriendo a todo lo relacionado con el “más allá”. Necesitamos mantener viva la llama de que podemos llegar a vivir mejor, que nuestra vida puede llegar a ser diferente. Y así nos “inventamos” cosas como “la suerte” o las “supersticiones” en el aspecto emocional, y los productos “milagro” en el material (seguro que habrá más cosas, pero esto no es una tesis doctoral). Apelando a las unas y/o a los otros queremos creer que nuestra vida puede llegar a ser mejor (¿diferente?). Sí, tenemos la esperanza de que nos van a cambiar la vida en aquellos aspectos que nosotros no somos capaces de cambiar porque no tenemos el valor suficiente para hacerlo. Es más, yo me atrevería a decir que en realidad no nos está engañando nadie con esos “productos milagro”, ¡nos están haciendo un favor!, realmente nos están dando lo que estamos “pidiendo a gritos”, que es la expectativa de que algo va a cambiar en nuestras vidas.

En términos de mercado yo diría que entramos de lleno en la ley de la oferta y a la demanda: “Póngame un cuarto de kilo de esperanza”. “¿De que clase lo quiere?, ¿muñeco de la suerte de todo a cien o pulsera sofisticada?”

Ya me gustaría saber cuántas denuncias se producen en este tipo de productos. ¿¡Apostamos a que muy pocas!? Yo creo que la gente ni siquiera comprueba a ver si funcionan o no… bueno esa es otra: ¿a ver cómo lo comprobamos? Seguro que las instrucciones están redactadas de tal manera que si la cosa no funciona es porque no hemos hecho algo bien. Seguro.

Bueno, ¿y el mundo de las supersticiones? ¿Qué me decís? Yo estoy convencido de que aquí hay un “nicho de negocio” totalmente inexplorado.

Por poner unos ejemplos de productos que tienen futuro: Gatos negros que “no” traen mala suerte al cruzarse en nuestro camino, saleros para derramar, maderas "especiales" para “tocar”, escaleras bajo las que se puede pasar, espejos sin el maleficio de los siete años… un montón de elementos que bien pensados pueden hacer que nos forremos (¡sí, sí, que yo también quiero!).

Como se suele decir, “aquí el más tonto hace relojes” y es que... ¿no se nos llena la boca de INNOVACIÓN?, pues más innovación que explotar nichos de mercado que están “vírgenes”, ya me diréis. Y os llamo la atención, con cierta preocupación, de que todas esas pulseras, ranas, escarabajos… “de la suerte” tienen una imperceptible impresión que dice “made in China”. Pues eso, que si algo sabemos en España es de “pillerías”, ¿no? ¿A ver si va a resultar que a ser “listillos” también nos van a ganar los chinos?

12 comentarios:

Caminante dijo...

Javier
Cuando quieras ponemos en Somorrostro, por ejemplo, una tienda de Gatos Negros de la Suerte! Ja-ja
Un abrazo

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Jose Luis:
No sé, en Somorrostro no sé si es el sitio más adecuado, pero todo es cuestión de hablarlo. Al fin y al cabo los alquileres de locales serán más baratos por allí.
Un abrazo.

Fernando López dijo...

ja ja Javier:

Qué buen post. Efecto placebo creo que se llama eso de vender cosas inutiles que la gente se las cree. Hay nichos de mercado para todo, lo que me hace pensar que el hombre es un ser irracional je je.

Ahora, el negocio que propone Jose Luis me parece fantástico, se podría hasta franquiciar.
Un abrazo

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Fernando:
¿Te apuntas?
Te aseguro que nos forramos (je, je, je).
Un abrazo.

Katy dijo...

Hola Javier desde Estepona un abrazo. Me han dejdo un ordenador y he pasado a saludar a mis amig@s. Te encuentro enfadado. Es que cuando las cosas van regular la gente se agarra a un clavo ardiendo y acaban quemándose. Somos así de tontos. Buen post como siempre :)
Cuidate

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Katy:
Me alegro de leerte de nuevo.
Espero que todo vaya bien.
Tienes razón cuando has detectado que estaba un poco enfadado, pero bueno, creo que al final consigo recuperar el humor, ¿no?
A ver si te leemos de nuevo pronto.
Un abrazo.

MaS dijo...

buenas Javier,
solo se me ocurre una palabra, y aunque es mal-sonante, hoy me animo: tontos no, gilipollas.
¿que te mejoran el equilibrio? ¿que duermes mejor? ¿que tu vida va a oler a rosas?...¡anda ya!, si nos lo creemos es que somos gilis... hemos perdido el norte.
unicamente.
pd. guardarme un gato de esos por si aca...je je.
Saludos, m.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola María:
Lo del gato está hecho. Ahora bien, te animo a asociarte con Jose Luis y conmigo para montar una tienda de gatos negros en Somorrostro.
Un abrazo.

Josep Julián dijo...

Hola Javier:
Esto que comentas está conectado con las creencias atávicas que simbolizan mediante totems la protección contra los males. La lástima es que no hay que yo conozca totems que nos protejan de los que se dedican a vender tales artilugios.
Los chinos son gente maja y sobre todo abierta de miras: mira tú que en sus tiendas se encuentra de todo, hasta estampitas de santos y de vírgenes, por no mencionar santas cenas hechas de plástico, pero claro, eso es otra cosa, no son totems.

Un abrazo.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Josep:
Visto que no hemos cambiado tanto en miles de años de evolución, igual te apuntas también al negocio de los gatos negros que propone Jose Luis.
De esta nos forramos todos.
Un abrazo.

Unknown dijo...

Javier: el video está de miedo... como da miedo ver la cantidad de gente que está esperando a que la lluvia pase y salga el sol.

Pero el sol no va a salir, así que mejor que empecemos a hacer algo para que este negro panorama vaya cambiando de color.

Los "medios de distracción masiva" (como dice Josep Julian) solo nos aturden y ya es hora de remangarse.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Alberto:
Pensaba que te había contestado, pero ya veo que no se grabó.
Pues sí que es hora, pero me temo que la Belén Esteban y compañía nos van seguir ganando por goleada todavía una buena temporada.
Un abrazo.

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